Muchas personas piensan actualmente que es imposible la unión entre hombre y mujer para siempre. Por ello, no plantean el matrimonio por la Iglesia y ni si quiera la unión civil, porque dan por hecho que, en algún momento, la relación se disolverá. Dña. María Solano Altaba, decana de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo, afirma desde su propia experiencia, como esposa y madre de cuatro hijos, que esto no es así. El problema es que no se está dispuesto ni a sufrir, ni a entregar la vida hasta desgastarse por el otro. Descubriremos a través de su testimonio de qué forma hombre y mujer deben vivir su matrimonio para que este sea lo que Dios pensó: «Por eso abandonará el varón a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne» (Gn 2, 24).