Habiendo visto las consecuencias provocadas por la falta de esperanza en los programas anteriores de este bloque de «Un ancla en la tormenta», D. Miguel Larrambebere Zabala, vicario general de la diócesis de Pamplona y Tudela (Navarra, España) nos recuerda que lo propio del cristianismo es la esperanza. Expondrá el significado del título de la bula convocatoria de este «Año Jubilar de la Esperanza», «Spes non confundit» (La esperanza no defrauda. Romanos 5, 5). A pesar de las incertidumbres y las dificultades en esta vida, merece la pena esperar en la única Esperanza, con mayúscula, que da sentido a toda la vida humana: Jesucristo. Así, podemos aprender del Señor a «dar de beber a los demás» ya que fue «precisamente en la cruz donde, traspasado, el Señor se nos entregó como fuente de agua viva» (Evangelii Gaudium, 86).