Lavar los pies era oficio de esclavo. ¿Cómo permitir que el Maestro se humille de esa manera? Dios quiere enseñarnos que, para estar con Él, tenemos que humillarnos. Él quiere lavar nuestra alma, sacar todo lo que no nos permite tener parte con Él. Tenemos que abrazar la Cruz y ver en ella la mano cariñosa y llagada de Dios.