¿Alguna vez has hecho algo asegurándote primero que nadie te veía, porque en el fondo tu conciencia te decía que aquello no estaba bien? Más de una vez, ¿verdad? Pues con esta pequeña historieta, que muy bien podría ser real, aprenderás que, aunque aparentemente estés solo, hay Alguien de cuya mirada no te puedes escapar: de Dios, que lo ve absolutamente todo.