El mundo observa con preocupación. Más de 300 personas murieron en las últimas horas tras nuevos ataques entre Israel e Irán.
El conflicto, con raíces en un golpe de Estado impulsado por la CIA en los años 50, entra en una fase crítica.
El analista Álvaro Frutos advierte que no hay rumbo político claro y que la escalada podría involucrar a potencias globales, alimentando el temor de un conflicto mundial.