La iglesia de Pérgamo fue la tercera Iglesia a la que Juan escribió la carta inspirado por Jesús. Aunque esta iglesia estaba rodeada de templos para adoración a diferentes dioses Griegos y Romanos, todavía proclamaban el evangelio, pero había un problema. Estaban siendo influenciados por falsas doctrinas y permitían ciertos comportamientos en su iglesia que no era agradable ante los ojos de Dios.