Los cristianos somos personas elegidas y amadas por Dios, independientemente de nuestra condición, por el bautismo. Estoy llamado a ser una persona misericordiosa, bondadosa, humilde… y, para conseguirlo, tengo que dejar que la gracia de Dios me transforme. También es necesario aprender a perdonar, y esto se hace amando. ¡No te pierdas esta homilía de «Palabras de vida desde la misión, por el P. Christopher Hartley»!