El Señor siembra continuamente en el mundo buena semilla y nosotros, siendo ciudadanos del Reino, tenemos que hacerla fructificar, no solo en los que piensan como yo, sino en todo el mundo, ya que los partidarios del Maligno están al acecho y todo lo que no sembremos de bien, ellos lo harán de mal. Al final de la vida, todo será descubierto, y cada cual recibirá su recompensa. ¿Serás tú parte de la buena semilla? ¡Escucha al P. Christopher Hartley en «Palabras de vida desde la misión»!