En esta narración de «Los sueños de S. Juan Bosco», vuelve a aparecer el anuncio al santo de la muerte próxima de uno de los chicos del oratorio. Esta vez, en el sueño aparece un águila que después de volar por el patio, se posa en la cabeza de uno de los chicos. Este, tuvo tiempo para prepararse, y su madre, mujer verdaderamente cristiana, pudo acompañarle en estos momentos.