Todos tenemos una historia.
Algunas nos rompieron.
Otras nos formaron.
Y muchas, aún no nos atrevemos a contar… por miedo, por vergüenza, por el qué dirán.
Pero ¿sabes qué?
No estás aquí para esconder tus cicatrices.
Estás aquí para hacerlas estrategia.
Este episodio NO es para seguir llorando por lo que fue.
Es para confrontarte con una pregunta que lo cambia todo:
¿Estás usando tu historia para evolucionar… o para estancarte?
Porque ser líder también es decidir desde dónde cuentas tu historia:
¿Desde la herida que sangra… o desde la herida que ya sanó y ahora guía a otros?
Hoy vamos a desmantelar el mito de que compartir tu historia te debilita.
Al contrario, cuando lo haces con propósito, te transforma en inspiración real — sin caer en la trampa del victimismo.
Tu historia no es excusa.
Es plataforma.
Es testimonio.
Es liderazgo en acción
Dale play si estás lista para dejar de esconderte.
Para hablar con verdad, con poder, con alma.
Porque el mundo no necesita más perfección maquillada.
Necesita autenticidad con propósito.
Tu historia es tu mensaje.
Úsalo bien.