Vivimos en una sociedad que reacciona más rápido de lo que escucha.
Leemos un post y ya tenemos juicio.
Escuchamos una frase y ya tenemos crítica.
Y … ¿cuándo fue la última vez que de verdad escuchaste con el alma?
Este episodio no es un “consejito más”, es un alto necesario en medio del ruido.
Porque cada reacción automática está sembrando desconexión, violencia y soledad.
Y solo cuando decidimos escuchar antes de reaccionar, abrimos la puerta a la empatía, al entendimiento y a la transformación.
Escucha con el alma y con todo el SER y descubramos lo que nos está costando nuestra falta de escucha… y lo que PODEMOS crear si elegimos escuchar de verdad.