Nacieron hacia el año 830, de padres acomodados, en Adahuesca, cerca de la fortaleza de Alquézar, en tierras de Barbastro, siendo Califa Abd al-Rahman II. Las dos santas fueron sacadas hasta la plaza, animándose una a la otra a merecer la palma del martirio. Fueron decapitadas por confesar heroicamente la fe católica en la ciudad de Huesca.