Nació el 15 de julio de 1850 en Sant'Angelo, arrabal de la ciudad italiana de Lodi, no demasiado lejos de Milán (Italia). De niña, al oír en su familia la lectura de los Anales de la Propagación de la Fe, sintió el deseo de ser misionera en China y hasta dejó de comer caramelos, cuando supo que allí no se comían para prepararse. A los dieciocho años fue maestra de escuela, educando con esmero a las niñas que tenía a su cuidado. En 1874 se hizo cargo del Hospicio de la Providencia.