Era hijo de unos artesanos de Orleáns (Francia). Ingresó en la abadía de Misey, fundada poco antes por Clodovedo y gobernada a la sazón por San Euspicio. Le encomendaron el oficio de ecónomo, siendo el responsable de la preparación de todo lo que tenía que ver con la alimentación de los frailes y los pobres, con los que se mostró especialmente generoso. Fue un fraile amable, servicial y obediente. Murió santamente, hacia el año 530.