Conrado, Augusto y Teobaldo eran tres hermanos a los que su padre mandó ir a cortar leña al bosque para llevarla a palacio y así poder vivir con el dinero que recibieran. Pero cuál sería su sorpresa al descubrir que el bosque estaba encantado y, aunque no pudieron coger la leña del modo como esperaban, no salieron malparados. ¿A qué me refiero con esta afirmación? ¡Escucha esta historia a ver si puedes descubrir su moraleja!