La soberanía ha sido la raíz de mucha polémica en la historia de la iglesia, pero la soberanía de Dios debe animarnos y asombrarnos. En este episodio, vemos que Dios tiene un plan, un propósito, y una voluntad secreta que nadie conoce sino él y como es que esto debe darnos confianza en la voluntad de un Padre amoroso, que cuida a su pueblo en Cristo Jesús.