Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

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Este podcast está dedicado a los cuentos, mitos y leyendas del mundo.

Episode List

697. Salomon

Sep 29th, 2025 8:00 PM

Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David Betancur Fernandezelnarradororal@gmail.com

696. Boto Cor de Rosa (leyenda Amazonas)

Sep 27th, 2025 9:00 PM

Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David Betancur Fernandezelnarradororal@gmail.comHabía una vez en un rincón olvidado del amazonas donde los arboles al moverse producen un sonido de susurro en lenguas antiguas y donde la selva se siente respirar no como lo hacen los hombres sino como lo hace la tierra misma, con vapor y con calor. Allí el rio que todos veneran refleja el color del cielo al pasar cerca a los poblados como si se creara un marea de misterio cada día. En algunos días aquel rio influenciado por la luna se desborda como queriendo tocar el cielo y los arboles se inclinan para escuchar los secretos que trae consigo. Durante lo que se llama la luna de las aguas altas los aldeanos de la frontera del rio celebran la fiesta del tambor. Esa noche la música de cientos de tambores sonaban a lo largo y ancho de la playa rivereña y todos se preparaban para recibir a los espíritus del rio. Al caer la tarde el canto del tucan se mesclaban con los ruidos profundos de la selva y el clamor de un chaman llamaba a estar atento de la presencia de aquellos que se presentían pero que no se veían. La fogata de resina de copaiba con su olor dulce y penetrante atraía a los seres que acompañaban los misterios de la vida y la muerte. Todos los humanos se adornaban para la ocasión,  las mujeres usaban las plumas de guacamayo en sus tunica y los hombres se pintaban sus rostros con colores extraídos de los tallos y frutos del bosque. Era pues una noche muy especial. Aquella noche en aquella población de rio apareció un hombre vestido de lino blanco con un sombrero que parecía tejido con niebla.  De perfectos modales tenía un caminar como si el suelo lo reconociera  . Al entrar las jóvenes trataron de reconocerlo pero como su sombrero le cubría gran parte de la cara su misteriosa presencia se acentuaba aún más.  Su voz era suave como el canto de los pájaros en el amanecer y sus pasos marcaban el ritmo de los tambores que sonaban. Nadie sabía de donde venia pero todos sabían que traía un aire de encantamiento que se debía respetar. Las jóvenes lo miraban con aquella mezcla de deseo y temor que las hacia evitar el contacto directo y solo esperaban que aquel hombre las invitara a bailar. De pronto el hombre se acercó decidido a la más bella de las bellas, Yara  la hija del curandero. Ella una joven de piel canela, ojos almendrados y pelo azabache representaba a la perfección la belleza de la selva. La invito a bailar y entre la música ella fue dejandose llevar y se fue enredando en el suave murmullo de las palabras gentiles de aquel al que todos miraban con envidia. Su tacto era fresco como la brisa que sube del rio y su bailar era como de un jaguar que se desplaza sigiloso en la espesura. Todo en el era mágico y seductor.En medio de el baile el le ofrecio a la joven Yara que lo siguiera que el conocía un lugar donde los sueños se convierten en peces dorados y que allí sentiría sobre su piel la profundidad del rio. El corazón de yara latia con furia y su voluntad estaba poseída por aquel ser que la tomaba de la mano y la apartaba hasta la orilla misma del rio, de pronto sin saber como se encontraban juntos bajo el agua y el le mostraba sus dominios, Allí había una palacio multicolor donde los peces bailaban a su alrededor. Sorprendida miro de nuevo a su acompañante y este con un movimiento suave retiro su sombrero. Yara vio entonces la verdadera figura de aquel hombre. Era un delfin rosado del amazonas. O Boto cor de rosa. Su piel era suave y brillante y sus ojos eran tristes. El boto le contó que estaba condenado a vivir en solitario pero que siempre en las fiestas salia a la tierra firme a buscar a una mujer que lo hiciera feliz. Yara y el boto vivieron una noche de amor bajo la sup

695. El muerto

Sep 24th, 2025 9:00 PM

Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David Betancur Fernandezelnarradororal@gmail.comHabía una vez un pueblo en las montañas de de un país latinoamericano que se ufanaba por ser el pueblo más respetuoso y cívico de todo el país. El pueblo era un ejemplo porque seguían a raja tabla las leyes y normas de la sociedad. Allí en aquel pueblo los certificados eran lo más respetado y por eso se tenía un notario que con su rúbrica podía dar fe de todo asunto público. Allí en el pueblo vivía un hombre de edad incierta que era conocido por su habilidad para divertir a sus amigos y para ser siempre el que más historias contaba en la taberna. Era pues un hombre muy querido por todos. Pero una mañana lo encontraron tendido en su cama, inmóvil y con la mirada perdida en el techo. La ama de llaves lo había encontrado así temprano y corriendo fue a llamar un médico. La noticia se propago rápido como suele hacerlo en los pequeños pueblos de montaña y casi todos los habitantes corrieron hasta la casa del infortunado. El medico jadeando llego hasta la casa y entro apresurado con su maletín de instrumentos y allí después de revisar el pulso y examinarlo declaro con solemnidad que el hombre había muerto, el notario tomo nota y lo certifico y luego el sacerdote lo roció con agua bendita y murmuro las oraciones de rigor. Con prontitud se redacto el acta de defunción, la cual se le paso al notario quien la leyó detenidamente y luego estampo su sello y  firma y luego el sacerdote coloco dos sellos de la diosesis y de la archidiócesis y dibujo una cruz al lado de su firma. El hombre había sido declarado oficialmente muerto. El secretario de la alcaldía rápidamente llevo este documento a la oficina de registro civil y el todo fue registrado en el libro de la alcaldía con una firma por parte del alcalde. Luego se promulgo una orden de duelo de un día que fue leída por la emisora del pueblo aquella misma mañana. Todo en aquel pueblo fluía sin contratiempos y antes del mediodía todos los tramites oficiales de certificación se habían cumplido a tiempo y con una eficiencia de la cual el pueblo se sentía orgulloso. Solo restaba el entierro. Los vecinos consternados organizaron el velorio y para ellos vistieron al muerto con su mejor traje y mandaron a traer el féretro de madera  con sus almohadones blancos. Con gran respeto colocaron al hombre en el ataúd y luego colocaron flores fresca. Allí en la sala de velación todo el pueblo se reunió y todos podían sentir el olor a incienso mientras comentaban en voz baja las travesuras del difunto. Sonrisas y alguna risa se permitía en tal evento. Al día siguiente después de una noche de vigilia con los rezos y las plegarias de rigor por parte de las matronas del pueblo y el acompañamiento del cura, todos se reunieron para acompañar el féretro hasta el cementerio. El cortejo fúnebre fue bastante solemne con todos los vecinos parados en las puertas de sus casas esperando el paso de la comitiva de dolientes para luego incorporarse a la procesión hasta el camposanto. Después de casi media hora finalmente llegaron al cementerio y allí el sepulturero que ya había abierto el hoyo en la tierra se había colocado estratégicamente para ayudar a bajar el ataúd. De pronto se escuchó un golpe dentro de aquel féretro, un golpe que se repitió y luego se sintió una serie de golpes rápidos, desesperados y una voz que decía….. Deténgase Tontos estoy vivo. Los asistentes todos se miraron entre si paralizados. Con premura el alcalde y el médico y el monaguillo saltaron y abrieron el ataúd tirando las flores al piso. De aquel féretro se incorporó el hombre con cara de asustado y mirada perdida. Que hacen, porque me entierran si todavía respiro. Dijo el hombre totalmente agitado. 

694. El camello gigante

Sep 22nd, 2025 8:00 PM

Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David Betancur Fernandezelnarradororal@gmail.comHabia una vez un viejo sabio que vivia en la antigua Persia. Este sabio tenía un hijo con el cual salia a pescar al menos una vez a la semana. El sabio no tenía más que una vieja barca que tenía muchos maderos podridos y astillados. Aquella mañana el sabio había salido muy temprano con su hijo y el agua de aquel lago estaba calma y quieta. El hijo un joven de solo 15 anos había crecido fuerte y vigoroso pero todavía su padre lo vería muy inmaduro e impulsivo por lo que el sabio aprovechaba las salidas a pescar para proyectar algunos consejos en el alma del joven. A media mañana el hijo lanzaba la red con entusiasmo mientras su padre contemplaba el horizonte con serenidad y agudeza. De pronto el muchacho pregunto. Padre será que hoy atraparemos algo más que silencio. El viejo sonrio y dijo. Hijo mio el silencio es el más escurridizo de los peces, si lo pescas podras alimentar el alma por semanas. Siempre trata de que tu vida te lleve al disfrute del silencio. Pero solo el creador de todo nos dira si podremos pescar un pez el día de hoy. Sigue adelante que esa es nuestra prioridad. Y que esperamos pescar hoy. Truchas, carpas o simplemente respuestas a nuestras preguntas. El viejo le contesto. Si el dios es bondadoso nos enviara las respuestas pero si pescamos alguna trucha o carpa me sentiré dichoso y podremos comer hoy tranquilamente. El joven lanzo de nuevo la red y de pronto el viento comenzó a cambiar. Primero fue un suspiro, luego un rugido y todo alrededor de la barca se comenzó a sacudir. El viento bamboleaba la barca y el joven comenzaba a temer por su vida y la de su padre. De pronto un torbellino se elevo en medio del lago y se dirigió hacia los dos pescadores El sabio sin perder la calma dijo. Dios salva nuestra barca y nuestra vida y te prometo que cuando estemos en tierra buscare un hombre necesitado y le regalare un camello del tamaño de una casa. El hijo miraba extrañado a su padre y le dijo. Padre donde vas a encontrar un camello tan grande. El viejo simplemente le respondió. Es un asunto de prioridades. Me preocupare de eso en tierra firme.  Empieza a remar con todas tus fuerzas y yo utilizare el velamen para tratar de alejarnos lo más posible. Anda hijo rema. El viento arrecio y cuando el torbellino estaba a solo algunos metros de la barca viró su rumbo y se alejo sin tocar la barca y sus navegantes y minutos más tarde el lago estaba en total calma y el silencio había regresado. El hijo todavía agitado y temblando simplemente le dijoPadre has prometido un camello del tamaño de una casa. Sabes que tienes una promesa pendiente. Que vas a hacer. El padre sabio le contesto. Cuando el lago amenaza con tragarte no es momento para medir el tamaño de la promesa que has hecho. La prioridad es sobrevivir. Las promesas que se hacen pueden ser exageradas pero son como las velas en la oscuridad. No alumbran mucho pero te sirven para no rendirte. Y gracias a eso pudimos pensar que Dios nos salvaría una vez comenzáramos a remar. La promesa es un acto que nos da el coraje para seguir confiando en que dios nos haya oído y nos libre, pero el remar es la acción que cuando se hace con claridad lleva a disminuir el riesgo. Recuerda esto hijo mio, reza y pídele a dios que te ayude pero siempre actúa ya que las decisiones sabias no se toman por lo que prometemos ino por lo que podemos hacer. Por ahora lleguemos a tierra remando  y después si dios lo permite encontraremos un camello del tamaño de una casa.  

693. El rey serpiente (leyenda Persa)

Sep 17th, 2025 9:00 PM

Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David Betancur Fernandezelnarradororal@gmail.comHabia una vez en la antigua Persia un joven llamado Zahhak que era hijo de un regente  llamado Mardas. En aquellos tiempos Zahhak tenía un pasatiempo. Le gustaba salir a caminar por los bosques del castillo de su padre  a quien el respetaba profundamente.Una noche, mientras Zahhak caminaba por los jardines encantados del palacio, alcanzo a ver un hombre que caminaba hacia el lo cual era extraño porque el jardín era un sitio exclusivo para la familia real. El hombre tenía una  túnica negra y ojos como carbones encendidos. Cuando se acercó el hombre se presento diciendo que su nombre era Ahriman y que era un cocinero que venia de otras tierras  y que quería ofrecerle sus servicios. Zahhak emocionado acepto inmediatamente y lo llevo al palacio para que trabajara como su cocinero personal. En su mente estaba la esperanza de poder probar manjares exóticos. Pero lo que no sabía Zahhak era que Ahriman era en realidad el espíritu del caos, disfrazado de cocinero. Allí en el palacio el cocinero comenzo a ofrecerle comidas que no venían de sus dominios: frutas que brillaban como gemas, carnes que cantaban al fuego, vinos que mostraban visiones de otros mundos.  Pero con bocado se debilitaba la voluntad del príncipe. Una noche mientras el Zahhak se deleitaba con un faisan de sabor mágico, Ahriman le susurró: “Tu padre es un muro entre tú y el destino. Derríbalo.” Zahhak, embriagado por la ambición y los hechizos que provenían de aquellos manjares comenzo a pensar que su padre no lo dejaba progresar ya que todos lo veían solamente como el hijo. Así que impulsado por las ideas de su cocinero maligno tramo un plan y , asesinó a su padre  Mardas y tomó el trono. Cuando el príncipe ya convertido en regente se acercó al trono con la sangre aún en sus manos , Ahriman su cocinero besó sus hombros, y de allí brotaron dos serpientes negras, vivas, eternas, que se enroscaban como guardianas de su alma corrompida.  Las serpientes no eran simples criaturas: eran manifestaciones de la codicia y el miedo, alimentadas por el dolor humano. Estas serpientes daban vueltas sobre el trono y se acercaban a sus oídos exigiendo cada día el cerebro de dos jóvenes. Zahhak, incapaz de resistirse, ordenó sacrificios diarios para complacer a las demoniacas criaturas. Así, el reino se convirtió en un campo de lamentos, donde las madres lloraban la perdida de sus hijos y peor aún donde los sabios atemorizados simplemente callaban.Pero en secreto, dos cocineros que conocían las intensiones de el cocinero personal de Zahhak  comenzaron a engañar al rey: y Así cada noche cuando los jóvenes eran tradidos para ser degollados  mezclaban cerebros humanos con cerebros de oveja, y así pocian liberar  a uno de los jóvenes cada noche. Estos sobrevivientes se refugiaron en las montañas, donde aprendieron magia, resistencia y el arte de la espera.Entre los padres que perdieron hijos estaba Kaveh, un herrero que forjaba espadas con inscripciones ocultas y martillaba con furia ritual. Cuando su último hijo fue reclamado, Kaveh se negó. Alzó su delantal manchado de hierro y lo convirtió en un estandarte mágico, el Derafsh-e Kaviani, símbolo de rebelión y justicia entre los antiguos persasGuiado por sueños proféticos, Kaveh  subio a la montaña donde los jóvenes refugiados vivían y se entrenaban y encontró a Fereydun, un joven liberado por los sabios cocineros, que hablaba con los animales y tenía el don de la luz. Fereydun impulsado por los sueños profeticos de Kaveh montó un toro sagrado de fuego que recorria las montañas , y con una espada forjada en el corazón de una estrella caída, bajo al reino de Zahhak y lo  enfren

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