La iniciativa de reforma electoral no pretende desaparecer al órgano encargado de coordinar las elecciones, sino fortalecer la decisión del pueblo en asuntos políticos del país a través de una institución verdaderamente independiente y autónoma.
Reafirmamos nuestra postura contra el bloqueo a Cuba, una medida retrógrada, medieval e inhumana. Con justicia y respeto a las soberanías se puede vivir en un mundo mejor y hacer realidad la fraternidad universal.