El artículo 735. Cómo defenderse de un plagio: el caso del Ministerio del Tiempo se publicó primero en Academia Guiones y guionistas.
El Ministerio del Tiempo es una de las series españolas más exitosas del s. XXI, sobre todo por mezclar la historia con la cultura popular y convertirla en entretenimiento. Quizás por eso se ha visto envuelta en dos acusaciones de plagio, tanto por una serie americana de la NBC como por otra inglesa de la BBC, que han replicado su premisa de una patrulla de personajes históricos que viaja por el tiempo. ¿Cómo se defendieron los autores españoles de este plagio? ¿En qué han quedado las acusaciones? Hoy os voy a explicar qué pasó y qué podemos aprender los guionistas de ello.
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El plagio en el Ministerio del TiempoEn el episodio de hoy nos metemos en la máquina del tiempo—literal y figuradamente—para desentrañar dos batallas que sacudieron la industria: el choque legal entre El Ministerio del Tiempo y la norteamericana Timeless, y la polémica recién salida del horno entre RTVE y la BBC por el anunciado The Ministry of Time. A partir de estos dos culebrones de abogados, hashtags y copia-pega creativo, veremos qué puede protegerse y qué no, por qué un simple DVD subtitulado o un título calcado pueden desencadenar una demanda millonaria, y, sobre todo, cuáles son las siete vacunas legales que todo guionista debería ponerse antes de salir a pitchar su serie.
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Caso 1: El Ministerio del Tiempo contra The Ministry of TimeLa controversia estalló el 21 de febrero de 2024, cuando la BBC anunció en redes y en su web corporativa la serie The Ministry of Time, “un drama totalmente original” basado en la primera novela —aún inédita— de la escritora británico-camboyana Kaliane Bradley. En cuestión de horas, la prensa española señaló las semejanzas de título y premisa con la ficción de RTVE El Ministerio del Tiempo (2015-2020), y la propia cadena pública confirmó que nunca había cedido derechos a la BBC ni a terceros para una adaptación.
La noticia circuló con rapidez internacional. El 28 de febrero, Euronews dedicó un reportaje a las “sospechas de plagio”, resumió las coincidencias —un departamento estatal que recluta viajeros históricos para misiones temporales— y recogió la indignación de los «ministéricos» en redes. La autora del libro calificó la situación de “desafortunada coincidencia” y aseguró no haber visto la serie española.
Pocos días después, el 3 de marzo, Javier Olivares concedió una entrevista a Euronews en la que se declaró más “decepcionado que enfadado”. Recordó que la BBC fue una influencia decisiva en su carrera, pero le resultaba incomprensible que la corporación no hubiese detectado la serie española, disponible en Netflix UK durante años.
La respuesta institucional llegó el 22 de marzo de 2024: RTVE envió un burofax formal a la BBC. En él advertía de que la producción británica “podría constituir un delito tipificado como plagio” e infringir los derechos de autor de la obra original. El documento invitaba a los británicos a “aclarar lo sucedido” y dejaba abierta la puerta a un acuerdo amistoso.
El debate no frenó la marcha editorial. La novela de Bradley se publicó en el Reino Unido el 14 de mayo de 2024 y debutó con amplio eco mediático; la autora reiteró entonces que su obra era cien por cien original. La BBC, por su parte, guardó silencio público y mantuvo la serie en desarrollo.
En febrero de 2025 la propia cadena británica confirmó que el proyecto seguía adelante: seis episodios producidos por A24 y escritos por Alice Birch, con estreno previsto para 2026 en BBC One y BBC iPlayer.
Ese mismo 20 de febrero de 2025 llegó a las librerías españolas la traducción de la novela, rebautizada como Un puente sobre el tiempo para evitar más fricción comercial. En la presentación, Javier Olivares ironizó: “Alguien le ha metido un gol —y en propia puerta— a la BBC”.
A junio de 2025 la situación permanece sin demanda judicial registrada en tribunales británicos ni españoles. RTVE confía en la vía diplomática —a través de la Unión Europea de Radiodifusión— mientras vigila el desarrollo del drama. La BBC tampoco ha cambiado el título ni ha anunciado rodaje, de modo que la disputa sigue en fase de “tensa espera”, a la sombra del precedente Timeless. Las próximas decisiones —un posible acuerdo de licencia, una coexistencia sin pleito o, menos probable, una demanda civil— marcarán el desenlace de este nuevo capítulo en la historia del “ministerio” y sus viajes en el tiempo.
Caso 2: El Ministerio del Tiempo contra TimelessEl enfrentamiento judicial entre Sony / NBC y la productora española Onza Partners ―por la presunta copia de El Ministerio del Tiempo en la serie norteamericana Timeless― ofrece una lección magistral sobre qué se puede (y qué no) proteger cuando exportas un formato televisivo.
La historia arranca en abril de 2015, durante el mercado de contenidos MIPTV de Cannes, donde ejecutivos de Onza entregaron a la agencia Gersh un DVD subtitulado de la serie con la esperanza de pactar un remake en EE. UU. Sorprendentemente, esa productora produjo una serie para la NBC titulada Timeless con una premisa muy similar: un trío de agentes viaja a través del tiempo con la misión de detener a un criminal cuya intención es modificar la estructura de la historia de la humanidad con resultados potencialmente catastróficos.
Un año más tarde, el 27 de septiembre de 2016, Onza presentó una demanda en la Corte Federal del Distrito Central de California contra Sony, NBCUniversal y los creadores Shawn Ryan y Eric Kripke.
Alegó dos cosas: (1) infracción de copyright por la “extraordinaria similitud sustancial” entre ambas ficciones ―misiones históricas episódicas, trío protagonista con idéntica configuración de género y un ministerio gubernamental que gestiona viajes temporales― y (2) “breach of implied contract”, figura típica del derecho californiano que castiga el uso comercial de una obra recibida en confianza.
Sony respondió con una moción de desestimación; defendía que los viajes en el tiempo son un tropo libre y que los parecidos eran “elementos genéricos” del subgénero. El 15 de febrero de 2017 el juez Stephen V. Wilson rechazó la moción: consideró verosímiles tanto el acceso previo al material como la posible similitud sustancial, y recordó que la prueba comparativa completa suele dirimirse en fases posteriores, no en un “motion to dismiss”.
La causa no llegó a juicio. El 22-26 de mayo de 2017 las partes presentaron una “joint motion to dismiss” tras alcanzar un acuerdo confidencial: el expediente se archivó sin pronunciamiento sobre la existencia de plagio. Ni se reveló la compensación económica ni se concedió un crédito “based on El Ministerio del Tiempo”, pero el precedente quedó fijado: un formato puede defenderse si demuestras acceso y similitudes que vayan más allá de la idea abstracta.
A nivel jurídico, el caso subrayó la frontera entre idea y expresión protegida. El copyright ampara personajes concretos, diálogos, “look & feel”, no conceptos amplios como “organismo que viaja en el tiempo”. Por eso Onza reforzó su estrategia con la violación de contrato implícito: incluso si el tribunal hubieran considerado las coincidencias meramente genéricas, el simple hecho de haber recibido la biblia de la serie bajo expectativas de negociación podía originar responsabilidad civil.
Aprendizajes para evitar el plagioPrimera lección: si no está registrado, no existe. Onza pudo plantarle cara a Sony porque, antes de enseñar nada, había inscrito la serie y guardado pruebas físicas: el famoso DVD subtitulado que entregó en el mercado MIPTV de Cannes en 2015. Esa “copia sellada” fue la bala de plata para demostrar acceso previo a El Ministerio del Tiempo en la demanda contra Timeless —sin ese disco, todo habría quedado en su palabra contra la de un gigante.
Segunda: documenta cada pitch y controla quién ve tu material. El correo con el “nos encanta tu serie, mándanos más” que recibió Onza de la agencia Gersh, unido al listado de reuniones en Cannes, sirvió para reconstruir la ruta del proyecto hasta Hollywood. Tener mails, NDAs o simples listas de asistentes puede salvarte el cuello cuando te toque probar acceso en un juzgado.
Tercera: el título es más que estética, es tu primera línea de defensa. La BBC chocó de frente al anunciar The Ministry of Time con un nombre calcado; la voz de alarma sonó en minutos y el asunto reventó en la prensa europea. Si tu serie se llama igual que otra ya emitida (y, encima, del mismo género), prepárate para un tormentón de abogados y redes sociales. Mejor invertir una tarde en un buscador de marcas que meses de crisis de reputación.
Cuarta: idea vs. expresión —no confundas ideas con derechos de autor. Los jueces repiten que los “viajes en el tiempo” o “agentes que protegen la Historia” son ideas libres; lo que se protege es cómo lo cuentas, tus personajes, diálogos y estructura concreta. Onza reforzó su demanda con un “breach of implied contract” por si el copyright quedaba corto: doble capa de protección que todo guionista debería tener en el radar.
Quinta: si has hecho los deberes, al menos pasarás la primera criba. Sony intentó tumbar el caso de Timeless con una moción de desestimación alegando que todo era “genérico”; el juez la rechazó y permitió que el pleito siguiera porque vio indicios sólidos de acceso y similitud sustancial. Superar ese filtro preliminar ya coloca a la parte pequeña en posición de negociar desde la fuerza.
Sexta: la batalla no es solo legal, también mediática. En cuanto los fans y la prensa se volcaron con el hashtag #PlagioMDT, la BBC y Sony sintieron el calor en las redes y en la prensa británica. Esa presión pública acelera acuerdos y hace que los estudios quieran cerrar el incendio antes de que queme su imagen de marca. Si tu caso tiene comunidad detrás, dáteles voz.
Séptima (y última): la mayoría de estas guerras acaban en un pacto confidencial. Onza y Sony sellaron la paz sin juicio, con cifras secretas y cero créditos en pantalla; todo apunta a que RTVE podría optar por la misma vía si la BBC no afloja. Moraleja: tu mejor victoria a veces es un buen cheque y la certeza de que tu formato sigue vivo para futuras negociaciones.
El artículo 735. Cómo defenderse de un plagio: el caso del Ministerio del Tiempo se publicó primero en Academia Guiones y guionistas.