Todos los países del continente, sin excepción, deben estar invitados a la próxima Cumbre de las Américas, que se celebrará en Estados Unidos. Las nuevas generaciones necesitan una relación política distinta en la región caracterizada por la unidad y la hermandad.
América tiene lo necesario para convertirse en una de las regiones económicas más importantes del mundo. Tenemos que ir hacia allá; así se fomentará el bienestar de nuestros pueblos.