Llega otro 14 de enero a las 14 horas. Una especie de “Día D” en el que hay un deseo colectivo subterráneo, inconsciente, de que algo cambie. Todos los 14 las 14, desde la era democrática en 1986, toma posesión un nuevo presidente en Guatemala. ¿Los marcadores quedan en cero? ¿Es una página en blanco? ¿Todo vuelve a empezar? Pues, no.