Creación de capacidad efectiva de gestión migratoria en México y Centroamérica

Aunque los titulares actuales se enfocan en las crecientes llegadas de migrantes en la frontera EEUU-México, la región entera que abarca desde Panamá hasta los Estados Unidos constituye un corredor importante para la migración irregular. Mientras la mayoría de las personas que migran viajan hacia los Estados Unidos o Canadá, hay una cantidad creciente de migrantes quienes se están instalando en México, Costa Rica y Panamá, especialmente dado que es aún más difícil alcanzar y entrar a los Estados Unidos. Aunque la mayoría de estos migrantes vienen de Centroamérica, números importantes de migrantes extracontinental están llegando desde países fuera de la región inmediata, como de Haití, Cuba y países de Sudamérica, África y Asia.

 

En reacción a estas tendencias migratorias cambiantes, México y Centroamérica han desarrollado nuevas capacidades para gestionar la migración durante los últimos cinco años. Estos esfuerzos, no obstante, muchas veces han sido frágiles, ad hoc, institucionalmente débiles y más enfocados en la seguridad y el control migratorio que en un enfoque integral. En adelante, estos países enfrentan una oportunidad única para sentar las bases necesarias para construir un sistema regional que privilegia la migración segura, ordenada y legal.

 

El MPI lanzó un nuevo informe que examina la gestión migratoria en México y Centroamérica, especialmente en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá. El informe examina la atención creciente que están prestando los gobiernos hacia funciones migratorios, organismos de seguridad, inversiones en sistemas de asilo y los existentes marcos de protección humanitaria, así como políticas de migración laboral. La conversación exploró los resultados del informe, así como las estrategias que gobiernos regionales y el gobierno estadounidense, tanto como la sociedad civil, podrán implementar para manejar la migración de una mejor manera. Mientras los gobiernos de la región siguen enfrentando tendencias migratorias cambiantes, va a ser sumamente importante que los gobiernos de la región desarrollen la capacidad institucional para manejar estos movimientos y construyan un sistema regional migratorio que sea colaborativo y eficaz y funcione en el interés de todos los países.