El peso de nuestra identidad puede ser un lastre para cualquiera de nosotros, y muchas veces lo soportamos porque ignoramos que tenemos la posibilidad siempre presente de reinventarnos, o quizá la conocemos, pero nos parece una labor titánica y no tenemos idea de por dónde empezar. Pero, ¿y si lograrlo fuera algo tan sencillo que incluso un niño de 9. 12 o 15 años pudiera hacerlo? ¿Y si nada más se tratara de confiar en nosotros mismos y seguir nuestra intuición? ¿Qué posibilidades nos aguardan más allá de ese salto de fe?
Sobre Biko:
Estudiante, hermano, amigo, hijo de Marina Galán. Descubriendo todo el tiempo cómo ser la mejor versión de mí mismo.