Con este Primer Domingo de Cuaresma comenzamos un tiempo muy importante del Año Litúrgico. Es decir: La Cuaresma es el corazón del Año Litúrgico. Y para nosotros es esa llamada permanente a la conversión, al cambio de nuestro corazón de piedra por un corazón fraterno, humilde y compasivo. La Cuaresma es ese itinerario saturado de esperanza, porque es el camino donde Dios y el hombre se encuentran en la realidad profunda de la amistad y de la reconciliación. La Cuaresma es ese maravilloso tiempo que nos prepara para la celebración de la Pascua, culmen de nuestra vida cristiana. Allí donde Dios pertenece a cada uno y a todos porque Él es el Señor de la Vida que nos ama con amor eterno y camina desde siempre junto a cada uno, tratemos de sentir la mano de Dios apretando la nuestra para que no nos separemos mas de El. Porque Él sabe que el desierto por el que atravesamos, tiene riesgos y fatigas, desesperanzas y tristezas propias de nuestras incertidumbres. Estas dificultades son las tentaciones que todos sufrimos. Y Jesus que lo sabia muy bien incluyó en la oración que Él mismo nos enseñó: esta humilde petición: "Y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal". Y Marcos hoy termina diciéndonos las palabras de Jesús al comenzar a proclamar el Mensaje Divino "el Reino de Dios se ha acercado. Tomen otro camino y crean en la Buena Nueva" Feliz primera Semana de Cuaresma"..
Hna. Maria Ruth
Radio Paulinas Boston