Aunque en nuestra naturaleza podemos experimentar debilidad, dudas e imposibilidades, hemos sido provistos de un armamento tan estratégico y letal que literalmente nos permite entrar encubiertos en territorio enemigo y recuperar aquello que se había perdido, para luego salir fortalecidos.
Estamos armados hasta los dientes. ¿Sabes usar tu arsenal?
Saulo no sabía que se convertiría en Pablo, el Apóstol de los gentiles y, ¿cómo iba a imaginarlo? Si era el más judío de los judíos, él mismo se auto denomina «hebreo de hebreos», pero Dios tenía otro plan para él, así como tiene un plan para ti, por inverosímil que parezca.
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