Así como cuando en nuestra niñez dependíamos enteramente en nuestros padres, ahora que somos adultos, aprendamos a depender de nuestro padre celestial.
• Estás buscando trabajo, llama al siguiente # teléfono: Jesús personalmente te atenderá.
• Requisitos: No importa la edad, tiene que ser sincero y humilde, y estar dispuesto a compartir mucho amor con el prójimo.
• Sueldo: Amor, felicidad y prosperidad.
• Los interesados, llamar al teléfono de la oración: atendemos las 24 horas del día.
En Mateo 7:7 encontramos una promesa que nos llena de paz y esperanza. Dice así: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá.”
Con la confianza que nuestro padre celestial nos otorga, reclamemos esta promesa, y las bendiciones que de El recibamos, compartámosla con otros.
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