Universidad Abierta de Recoleta
Education
“Las prácticas educativas críticas, articuladas a praxis sociales transformadoras, hacen posible que la gente escriba su propia historia, es decir, que sea capaz de superar las circunstancias y factores adversos que la condicionan”. Alfonzo Torres Carrillo, 2007.
Se nos ha repetido una y otra vez que la resiliencia es una característica sine qua non del ser humano. Nuestra capacidad de adaptación y de mejorar las condiciones después de una crisis de gran envergadura, es la que nos ha permitido llegar a donde estamos. Una historia cimentada en catástrofes y recuperaciones.
Por supuesto que esta no tiene que ser la excepción, aunque la Crisis Climática, que ya comienza a mostrar sus efectos, será la gran prueba de esta época histórica, y probablemente la pandemia es una consecuencia indirecta de un estilo de vida que debe cambiar con urgencia. La educación, como proceso formal o informal, hace viable aprender de los errores y seguir adelante; o sea, la resiliencia humana está directamente vinculada con los procesos educativos. El peso de la responsabilidad que cae sobre nuestros hombros para entregar un mejor mundo a las generaciones futuras.
Paulo Freire dice que “La educación tiene sentido porque el mundo no es necesariamente esto o aquello, porque los seres humanos somos proyectos y al mismo tiempo podemos tener proyectos para el mundo. […] La educación tiene sentido porque, para ser, las mujeres y los hombres necesitan estar siendo. Si las mujeres y los hombres simplemente fueran, no habría por qué hablar de educación.” (2001)
“Cada Familia Una Escuela” es uno de los planes educativos que se ejecutaron en el marco de la crisis por el COVID-19, llevada a cabo por el Gobierno Bolivariano de Venezuela. Cuando se confirman los 2 primeros casos, el 13 de marzo, inicia el programa con una reorganización curricular de emergencia, llevándola a cabo a través de un diálogo con todos los actores vinculados con el mundo educativo, y a través de diversos medios para alcanzar la totalidad de la población en cada realidad socioeconómica.
El programa tiene por objetivo estratégico “Garantizar en cualquier circunstancia, como son los contextos de emergencia, la continuidad de aprendizajes de niños, niñas, adolescentes, jóvenes, y personas adultas en el sistema educativo, en ambientes familiares estimulantes y seguros, en comunidades saludables, activas y productivas, por medio de una oferta educativa multiplataforma de educación remota y servicios de protección y bienestar”
Por supuesto que este programa tuvo aciertos, como fundamentarse en la trilogía Familia-Escuela-Comunidad y potenciar este círculo virtuoso en aras de una mejor educación post COVID-19, pero también ha tenido algunos errores en su implementación. Ahora bien, las equivocaciones, abordadas con espíritu crítico de autoevaluación constructiva, son siempre un espacio para mejorar. Definitivamente, este programa es un paso adelante en aras de fortalecer la educación pública y hacer frente a las futuras crisis que, aunque no lo quisiéramos, sabemos que pondrán a prueba, una y muchas veces más, nuestra resiliencia.
“La comunidad, el modo de producción y la vida, es la más remota tradición de las Americanas, la más americana de todas: pertenece a los primeros tiempos y las primeras gentes, pero también pertenece a los tiempos que vienen y presienten un nuevo mundo”. Eduardo Galeano, 2005.
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