Universidad Abierta de Recoleta
Education
Ad portas de un nuevo proceso constituyente en Chile, existe la ansiedad y el anhelo de que la Constitución que surgirá represente realmente a los pueblos de Chile. Ante tal incertidumbre, es posible que otras experiencias similares nos permitan aprender. Es el caso de la República del Ecuador.
Durante los años 90, Ecuador vivió tiempos de crisis institucional, política y económica, sufriendo la resaca neoliberal que se acrecienta en la Constitución de Riobamba el año 98, no obstante presentar avances en temas de derechos. En ese marco, al igual que en Chile, resurgen, convergen y pueblan los espacios públicos distintos movimientos sociales de corte indígena, feminista, ecologista, obrero, entre muchos otros. En ese momento aparece la figura de Rafael Correa quien promete una Asamblea Constituyente para un texto constitucional que releve la justicia social.
En 2007 se inicia el proceso constituyente en Ecuador. En este proceso no participan las fuerzas de orden y seguridad como constituyentes y se incorpora a la ciudadanía en espacios deliberativos y consultivos. Las y los constituyentes fueron electos el 30 de septiembre de 2007, sumando un total de 130 delegados y delegadas. De este número, 80 pertenecían al movimiento político de Rafael Correa, permitiéndole tener poder de decisión, puesto que los acuerdos requerían mayoría simple. Así se crea una de las Constituciones más progresistas y garantista de derechos, concediendo incluso a la Naturaleza en cuanto tal derechos propios. Igualmente, establece un Estado con cinco poderes: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral y Ciudadano, y permite que algunas decisiones se adopten por mecanismos de democracia directa.
Create your
podcast in
minutes
It is Free